Mariana Escribano

LA ESTRUCTURA DEL CORAZÓN

Ignacio Salazar

Principios de milenio. El vértigo y la velocidad secuestraron a las imágenes, Estas indefensas ante la magnitud del espolio acabaron transformándose en uno de los variados monstruos que sirven como arma a los medios inoculando al ignorante y distraído con sus peligrosos propósitos de control a ese desatento día con día se le anestesia la consciencia hasta alcanzar a derretirla en el anonimato de la masa.

Este es uno de los difíciles campos en donde se desenvuelve la pintura contemporánea ya que en su forma más coloquial se habla de imágenes, comunicación, espectador etc. y... Pintura, dando por hecho que esta es otra manera de comunicación y por lo tanto puede quedar inserta en los medios, pero esto no opera con la ingenuidad como esquema, porque el juego de los medios impone las reglas en una fuerte alianza con las novedades tecnológicas, es aquí donde la pintura se vuelve marginal en cierto sentido girando a un lado de todo este ruido a fin de conservar su existencia.

Las razones y argumentos de los lugares que ocupa la pintura en las culturas contemporáneas son los puntos que se debaten en los foros artísticos y académicos de otras latitudes y nosotros esperamos con sumisión los acuerdos que se emiten y a ver si así podemos entender y no siempre entrar en el mainstream.

Al mismo tiempo que se presentan estos hechos, podemos reconocer otra faceta del poliedro, la cual seria el juego de los opuestos, donde se encuentran las partes sosegadas, atemporales, serenas y a momentos discretas, estas dimensiones son el ámbito donde se desarrollan las obras que Mariana Escribano ha venido construyendo en los dos últimos años.

Este conjunto de pinturas está compuesto con la calma de un miniaturista que colecciona los colores obtenidos por la mezcla de las mezclas: translúcidas y opacas, luminosas y oscuras... gemas bidimensionales ordenadas en un intento continuo por alcanzar la armonía perfecta; el orden del sentido: LA VISION, pero también la duda esa duda que atrae por que se acerca al secreto a lo intangible, no sabemos que dicen tal concentración de cuadrados, rectángulos o manchas o que quieren decir ¿cuál es su significado? ¿cómo podemos traducir estas pinturas?, ¿acaso lo inefable toma el lugar ante las dudas y nos presenta la oportunidad para poder disfrutar estas caleidoscópicas estructuras que Mariana Escribano ha tomado como centro de su proceso creativo?, o por el contrario, hablar de la elocuencia compositiva de cada una de estas pinturas y de su musicalidad que toma sentido con los complicados conjuntos cromáticos que se encuentran contenidos en formas reticuladas, las que solo en apariencia semejan secuencias ordenadas con cierto rigor pero que con un breve tiempo al observarlas se vuelven orgánicas, flexibles y juguetonas. En cada pintura aparece Mariana o mejor dicho su corazón y a su vez nos ganan con el corazón que posee la buena pintura, esto es importante por que William Faulkner decía que cuando el arte pierde el corazón, pierde todo, y yo creo que la obra de Mariana tiene corazón.